Un troleo en toda regla.
Carlos Alsina, desde su monólogo en 'Más de Uno' (Onda Cero), le propina un repaso al Gobierno Sánchez por entrometerse de manera grosera en la instrucción judicial del 'caso Begoña Gómez'.
Le llamó poderosamente la atención la afición de ministros como Óscar López, titular de Transición, que se puso a pontificar:
Tanta expectación, ayer, sobre la Audiencia Provincial de Madrid para que, al final, se aplace la decisión sobre el juez Peinado puede, o no, seguir investigando y exactamente qué. El ministro Óscar López ejerció ayer de comentarista de asuntos diversos en su entrevista en laSexta. Que si el Supremo, que si Ayuso, que si los ultras del fútbol, que si las oposiciones filtradas de Radio Televisión Española. Ministro opinante. Tanto tiempo dirigiendo el aparato de persuasión de la Moncloa y ahora ejerce de persuasor a cuerpo descubierto, digamos. Ayer cargó contra el juez Peinado y defendió a la esposa de su superior jerárquico, que es el presidente del gobierno, todo en orden.
Apuntó que los jueces vienen a ser prescindibles y que mejor que impartan doctrina los miembros del Consejo de Ministros:
Habiendo ministros que cada día nos aleccionan a todos sobre cuestiones jurídicas, lo claro que tienen siempre, qué maravilla, dónde hay indicios y dónde no, donde hay caso y donde no, qué denuncias deben aceptar los juzgados y cuáles no, qué causas deben archivar las Audiencias Provinciales y cuáles no, qué recursos tienen fundamento y cuáles no, habiendo ministros que imparten justicia (declarativa) los días pares y exigen justicia los días impares, qué necesidad habrá de fiscales, y de jueces, y de tribunales.
Deslizó con ironía que no hace falta tener conocimientos jurídicos cuando se trata de sacar la cara por la mujer del jefe:
No hace falta saber Derecho para construir relatos de conjuras y sacar la cara, con vehemencia, con entusiasmo, eh, que se note, por la esposa del jefe. No se vaya a quejar de desidia. O de tibieza. Qué otra cosa se espera de un subordinado agradecido. Blanco (como José Blanco) y en botella.