Durante un discurso en un acto contra el antisemitismo, Donald Trump sugirió que los estadounidenses de origen judío serían los responsables si él pierde las próximas elecciones.
Trump prometió ser el "defensor" y “protector” de los estadounidenses judíos, pero expresó su frustración por las encuestas que sugieren que solo el 40% de los votantes judíos le apoyan.
"Si estoy en el 40%, eso significa que el 60% vota a alguien que odia a Israel", señaló Trump.
Además, afirmó que "el pueblo judío tendría mucho que ver con la derrota" si no gana, advirtiendo de que Israel podría dejar de existir en dos años bajo el liderazgo demócrata.
Continuó lamentando que los votantes judíos no le hayan tratado "adecuadamente" y criticando a los que votan a los demócratas.
Trump también instó a su oponente a rechazar el apoyo de "los simpatizantes de Hamás, los antisemitas y los que odian a Israel”.
