Masacre de Sabra y Chatila. Palestinos refugiados en los campos que se instalan en esos dos barrios de Beirut son asesinados por la Falange Libanesa con la anuencia del ejército israelí, que tres meses antes había invadido el Líbano. Es una venganza por el asesinato, el 14 de septiembre, del presidente Bashir Gemayel. La matanza se extiende hasta el 18 de septiembre. El informe del ejército del Líbano habla de 460 víctimas, pero la cifra final podría ser de unos 3500. La ONU definió a la masacre como un genocidio y uno de los responsables fue asesinado en 2002.