El candidato republicano a la presidencia estadounidense, Donald Trump, acusó este martes a los inmigrantes que llegan a Estados Unidos de comerse los perros y los gatos de los ciudadanos que viven en las ciudades fronterizas, ante una atónita Kamala Harris, su rival demócrata en las elecciones del 5 de noviembre.
"Muchas ciudades no quieren hablar de ello porque les da vergüenza. En Springfield se están comiendo a los perros la gente que vino, se están comiendo a los gatos, se están comiendo a las mascotas de la gente que vive allí y esto es lo que está pasando en nuestro país y es una vergüenza", apuntó el expresidente haciéndose eco de una retórica racista.