El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha condenado a Google a pagar una multa de 2.400 millones de euros por abusar de su posición dominante en el mercado de los servicios de comparación de compras en línea.
La multa fue impuesta por la Comisión Europea en 2017 después de que la empresa Foundem acusara a Google de dar prioridad de forma desleal a su propio servicio de compras en los resultados de búsqueda.
Google recurrió la decisión, pero el TJUE confirmó la sentencia, desestimando el recurso en su totalidad y condenando al gigante tecnológico a pagar la multa.
El caso marca el final de una larga batalla legal que comenzó en 2009 y señala los continuos desafíos antimonopolio contra Google.
La empresa acumula 8.200 millones de euros en multas de la UE, incluidas sanciones por prácticas anticompetitivas relacionadas con Android y con su sistema de publicidad.
En respuesta a la sentencia, Google expresó su decepción, pero señaló que había aplicado cambios en 2017 para cumplir con la decisión de la Comisión.
Es posible que se presenten nuevos recursos judiciales, ya que los perjudicados pueden reclamar una indemnización por las pérdidas asociadas a las acciones de Google.