Los bomberos italianos acudieron el miércoles al rescate de un turista de 45 años que se puso enfermo en la Torre inclinada de Pisa.
El equipo local de bomberos utilizó una grúa para bajar al hombre en una camilla mientras cientos de turistas curiosos miraban.
Había caído enfermo en el sexto nivel de la torre.
El campanario más famoso de la Toscana se terminó de construir en 1372, tras 177 años de obras.
Pero desde el día en que se terminó, ya estaba inclinado y con los años siguió inclinándose aún más hasta que un proyecto de reestructuración en la década de 1990 lo estabilizó.
A día de hoy, la torre provoca intriga y asombro tanto en los turistas como en los italianos que reflexionan sobre esta extraña y bella estructura.
La torre inclinada de Pisa, una obra de ingeniería que parece desafiar a la gravedad, tiene una inclinación de 4 grados y, a pesar de la fuerte subida, puede atraer a unos 1.600 turistas al día en temporada alta.
De hecho, se considera que la torre trae mala suerte a los estudiantes universitarios, ya que cada nivel que alcanzan les añade un año más antes de completar su carrera universitaria.
La Torre de Pisa forma parte del patrimonio mundial de la UNESCO y está considerada una de las siete maravillas del mundo medieval.
