¿Qué es el pensamiento y cómo pensar diferente? Clase de filosofía por Deleuze por Pérez Pirela

2024-09-04 2

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¿Qué significa pensar de otra manera? ¿Es posible hacerlo, desencajarnos de un pensamiento dogmático, fijo, estático y asumir otro cuyo imperativo moral sea un círculo cuyo centro está en todas partes?
Con este tipo de interrogantes abordó Miguel Ángel Pérez Pirela el análisis de los aportes del francés Gilles Deleuze a la filosofía contemporánea. Lo hizo en una emisión de los Jueves de filosofía, parte de su programa Desde donde sea.
“Deleuze postula un pensamiento de deconstrucción, antidogmático, que propone la noción del rizoma contra lo arbóreo; impulsa la libertad epistemológica y existencial. Plantea que seamos como las malas hierbas, que se esparcen por todas partes, y no como árboles anclados en un solo lugar, que tengamos pensamientos subterráneos, nodales y fractales, que seamos libres de pensar y de vivir”, expuso.
Deleuze nació en 1925 y murió (por suicidio) en 1995. Durante su intensa vida se interesó por muchas ramas del pensamiento humano.
“De él decía Foucault que ‘algún día, el siglo será deleuziano’ y al parecer se cumplió la profecía, pues lo fue el final siglo XX y lo está siendo el principio del XXI, porque Deleuze tuvo grandísimas intuiciones en relación al devenir. En los años 70 y 80 con sus propuestas antiestructuralistas, con el concepto del anti-Edipo, criticando a Freud, inauguró un tipo de pensamiento y un modo de vida”, puntualizó el moderador.
“Forma parte de una generación de grandes filósofos, sociólogos, psicólogos, artistas, cineastas en la que están Jacques Derrida, Michel Foucault, Maurice Merleau-Ponty, que tomaron todas las estructuras de la filosofía alemana y las acercaron al relato, a la narración y la literatura. Revisitaron los conceptos de Hegel, Nietzsche, Leibniz y Kant y los conjugaron en una filosofía más intuitiva, narrativa, artística y psicoanalítica –añadió a su caracterización de Deleuze-. Dejó grandes conceptos que hoy están muy vigentes en la sociedad de las tecnologías de la información y la comunicación, de los dispositivos remotos y distantes. Esos conceptos proporcionaron herramientas apropiadas para entender mucho mejor lo que estamos viviendo”.
Explicó que la obra de Deleuze puede dividirse en tres partes: un primer momento más centrado en la historia de la filosofía, en el que aparece como analista, comentarista de autores diversos; un segundo momento, cuando crea un pensamiento propio y plantea la idea de rizoma que tiene particular importancia hoy en día; y un tercer momento, cuando trabaja con el sociólogo Félix Guattari, con quien escribe varias obras fundamentales.
En la etapa intermedia, cuando gesta lo sustancial de su obra individual, se pregunta ¿qué significa pensar de otra manera? ¿Es posible hacerlo, desencajarnos de un pensamiento dogmático, fijo, estático? o, según categorías kantianas, ¿cuáles son las condiciones de posibilidad ya no del conocimiento, sino del pensamiento?, ¿cuál es el mecanismo del pensamiento?, ¿de forma horizontal o vertical, radical o multidimensional?
Adelantado en varios sentidos, Deleuze fue pionero en la divulgación del saber filosófico, pues hizo una serie de clases audiovisuales que fueron grabadas y distribuidas en DVD. Se organizó como un abecedario en el que cada letra era un concepto de filosofía.
¿Para qué sirve la filosofía?
Pérez Pirela hizo referencia a un libro fundamental de Deleuze, el titulado ¿Qué es la filosofía?, pregunta a la que respondió diciendo que es el arte de crear y formar conceptos; el arte de inventarlos y fabricarlos; el invento de una manera propia de ver el mundo; es proponer un punto de vista a través de la creación de conceptos.
“Cuando le preguntaban ‘¿sirve para algo la filosofía?’, Deleuze contestaba que no sirve absolutamente para nada –explicó-. Era un acto de provocación y de ironía porque entendía que en la misma pregunta había ya una ironía. Lo que quería subrayar, en realidad, es que la filosofía no le sirve a las instituciones establecidas como el Estado y la Iglesia”.
Ante esa pregunta también respondía que “para lo único que puede servir la filosofía es para detestar la estupidez. Para hacer de las estupideces una vergüenza”. A juicio del presentador del programa, “si sirve para eso, ya es mucho”.
El espíritu provocador, destructor de consignas, la relativización de lo fundamental, hace de Deleuze uno de los representantes del posmodernismo filosófico. “Recuerden