El alosaurio y el ceratosaurio se enfrentaron entre sí en un abrevadero prehistórico, que se convirtió en el escenario de una de las batallas más sangrientas de la paleo historia. Los científicos sacan a la luz más de 15.000 huesos y descubren dónde lucharon a muerte múltiples especies de dinosaurios bajo el calor intenso de la sequía del Jurásico.