Si le ponemos un poco de literatura, Javier Arcos Pitarque bien podría ser un cruce entre el doctor Frankestein, el Gepetto de Pinocho y el Eldon Tyrell de Blade Runner, padre de los replicantes que perseguía Harrison Ford. Su trabajo, como el de ellos, es crear otros seres a base de retazos. En este caso, retazos del pasado que conforman robots decorativos.