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La política exterior de Estados Unidos, basada en los bloqueos y las medidas coercitivas unilaterales, es aplicada por igual a las grandes potencias, como Rusia y China; a pequeños países que no han cedido a las imposiciones políticas de Washington, como Cuba y Venezuela; y hasta a sus propios aliados europeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Esa pretensión de sostener su hegemonía a punta de “sanciones” es rechazada en diversos tonos y se ha hecho evidente en los últimos días, en varios episodios internacionales.
El programa Desde donde sea, que conduce el filósofo y comunicador venezolano Miguel Ángel Pérez Pirela, recopiló algunos de estos últimos eventos en los que se evidencia el repudio general (con variados matices) a la estrategia del garrote de EE.UU.
Cuba: una prueba clara
Esta semana, EE.UU. se quedó solo en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, cuando 184 países apoyaron el cese del bloqueo a Cuba.
El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, antecedió con su discurso a la votación de la Asamblea General contra el bloqueo, transferida desde el pasado año por las limitaciones de la covid-19.
Por más de 28 años, la comunidad internacional ha manifestado un amplio rechazo al bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba, calificándolo de violación flagrante del derecho internacional y la carta de las Naciones Unidas, y como principal obstáculo al desarrollo de la nación caribeña.
En el programa se presentaron directamente las palabras de Rodríguez:
“El gobierno de los Estados Unidos asumió el virus como aliado en su despiadada guerra no convencional; recrudeció, de manera deliberada y oportunista, el bloqueo económico, comercial y financiero; y provocó al país pérdidas por alrededor de 5 mil millones de dólares. El Presidente Donald Trump, aplicó 243 medidas coercitivas unilaterales para restringir el arribo de viajeros estadounidenses y perjudicar terceros mercados turísticos; adoptó medidas propias de tiempo de guerra para privarnos de suministros de combustible; persiguió los servicios de salud que prestamos en numerosos países; incrementó el acoso a las transacciones comerciales y financieras en otros mercados, y se propuso amedrentar, con la aplicación del título III de la Ley Helms-Burton, a inversionistas y entidades comerciales extranjeras”.
Remarcó el presentador que el canciller cubano presentó una lista de las principales acciones ejecutadas por EE.UU. en medio de una pandemia. De esta manera, el ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Cuba realizó una actualización al informe titulado Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba, que se presentará por vigesimonovena vez en Naciones Unidas.
Prosiguió el canciller cubano:
“Señor Presidente: El daño humano del bloqueo es incalculable. La vida de ninguna familia cubana escapa de los efectos de esta inhumana política. Nadie podría afirmar honestamente que no tiene un impacto real en la población.
En el ámbito de la salud, persiste la imposibilidad de acceder a equipos, tecnologías, dispositivos, tratamientos y fármacos idóneos que se nos impide adquirir de compañías estadounidenses y han de conseguirse a precios exorbitantes, con intermediarios o sustituirse con genéricos de menor eficacia, incluso para los recién nacidos y niños enfermos. Pero ahora, el golpe artero a nuestras finanzas y los gastos asociados a la covid-19, en el orden de los 2 mil millones de pesos y los 300 millones de dólares, provocan además la falta o inestabilidad de medicamentos de uso hospitalario que representan la diferencia entre la vida y la muerte, y dificultades cotidianas a las personas para adquirir a tiempo la insulina, los antibióticos, los calmantes, los usados para tratar la presión arterial, las alergias y otras enfermedades crónicas”.
Al retornar de este segmento del video, Pérez Pirela recordó que al inicio de la pandemia, cuando se tomó la decisión de salir al aire todos los días (originalmente, el programa se transmitía solo los jueves), se planteó en discusiones, incluso con filósofos de primer nivel como Enrique Dussel, que era una oportunidad para que se creara conciencia y se desarrollaran estructuras más solidarias. “Me siento ingenuo por haber creído eso. Es todo lo contrario y este discurso lo deja claro: la pandemia fue punto