El filósofo venezolano Josu Landa entiende que el problema, no solo del país, sino de la humanidad actual, es de naturaleza ética, producto del abandono de los principios y de una especie de insatisfacción perpetua que ningún bien material logra superar.
Pero, en un plano más concreto, opina que la actual coyuntura solo se resolverá con un gran acuerdo social, que vaya más allá de las cúpulas políticas. Para avanzar hacia ese entendimiento, considera imprescindible que los factores que dominan la economía le den una tregua al país y que Estados Unidos y otras naciones pongan cese a su política de medidas coercitivas unilaterales.