Alfonso Rojo: “La invasión migratoria y los embustes, trolas y patrañas de Sánchez y compinches”

2024-09-03 434

Vivimos un mundo de mitos.

Quizá habría que decir, un mundo de fábulas, leyendas, ficciones, quimeras o cuentos, porque mucho de lo que se da por sentado y se difunde como axioma indiscutible es pura ambigüedad.

Seguro que han escuchado muchas veces, tanto a los políticos como a los listillos que pueblan las tertulias de televisión, afirmar muy serios que no debemos poner barreras a la ‘invasión migratoria’, porque los ‘sin papeles’ vienen a pagarnos las pensiones.

Me cuesta creer que a mi, que llevo 51 años cotizando ininterrumpidamente, que entré en el sistema en 1973, cuando todavía era estudiante de Derecho y Periodismo y me contrataron como monitor de tenis en un club pegado al Puente de los Franceses, y que sigo pagando a la Seguridad Social ahora como director de Periodista Digital, alguien me vaya a sufragar algo.

No he hecho números pero seguro que, en este medio siglo, he aportado a la caja común más que Echenique, Errejón, Yolanda, Iglesias y Montero juntos, máxime cuando nunca he cobrado el paro ni he estado oficialmente de baja un sólo día.

Habrá quien alegue que mi caso es excepcional, porque no es corriente seguir en en el tajo pasados los 72 y que tampoco el personal tiene cosechas de hijos a los que educar y una profesión tan divertida y gratificante.

Es cierto, como lo es que tenemos una sociedad sin niños, envejecida, amenazada por el invierno demográfico y que no hay manos ni voluntad para cubrir millones de puestos de trabajo esenciales.

Vale, pero habría que hacer las cuentas.

Tendríamos que saber, por ejemplo, que porcentaje de los que entran se incorporan realmente al mercado laboral y qué aportan.

Cuántos sobreviven al margen del sistema, cuántos delinquen, cuántos se limitan a cobrar ayudas públicas y que impacto, político, cultural y económico, tienen sobre los servicios sociales que llevan construyendo, década tras década, generaciones de españoles.

Hay gente estupenda, miles de personas nacidas en Africa o en América que traen savia nueva, llegan a contribuir y lo están haciendo con denuedo, pero quienes mandan nos ocultan datos esenciales.

A estas alturas tendríamos que conocer, además de las cifras reales de España, el balance de Francia, el de Alemania o el de Gran Bretaña, porque hay errores que se pueden evitar y aún estamos a tiempo.

Y haría falta saber que política migratoria tiene este Gobierno infame, cuyo amo, el marido de Begoña, estimula un día el efecto llamada pidiendo una oleada de 250.000,al otro los quiere expulsar a patadas, suelta la memez de la ‘migración circular’ y se refiere a los desventurados como si fueran ganado o paquetes de Amazon.

Datos, planes, ideas…pero trolas, embustes, ficciones y patrañas, no… Pedro Sánchez y compinches.