La temporada pasada, el Real Madrid tardó seis encuentros en dejar de ganar. Sumó de tres en tres durante las cinco primeras jornadas de Liga y nadie le pudo hacer daño hasta el derbi del Metropolitano, el 24 de septiembre. Antes, había ganado en Bilbao, en Almería, en Vigo y al Getafe y la Real en el Bernabéu. Un inicio inmaculado. Ahora, sin Kroos pero con Mbappé, el conjunto blanco suma dos empates en tres jornadas, cinco puntos que le alejan a cuatro de un Barça que ha comenzado venciendo en sus tres primeras citas. "Nos cuesta encontrar la solidez del año pasado. Tenemos que arreglar esto pronto", avisaba Carlo Ancelotti en la rueda de prensa posterior al duelo ante Las Palmas.