Kipini, un pueblo swahili situado a orillas del delta del río Tana, en Kenia, trabajó duro para prevenir su propia desaparición por causa del cambio climático, que ellos no han provocado, y por causa de la falta de inversiones que podrían protegerles del oleaje que erosiona la tierra sobre la que se asientan sus casas y hoteles. teleSUR