Un intento de robo en un pet shop terminó de manera inesperada cuando la empleada del local se defendió arrojando agua hirviendo al ladrón. El incidente, que quedó registrado en cámaras de seguridad, muestra cómo un supuesto cliente actuó como cómplice del delincuente. Comerciantes locales expresan su preocupación por la creciente inseguridad y la falta de patrullaje policial en la zona.