Una nueva erupción volcánica en la península de Reykjanes, en el suroeste de Islandia, ha provocado evacuaciones masivas, según las autoridades.
La erupción comenzó en la fisura de Sundhnuksgigarod, arrojando lava caliente al aire y provocando una considerable actividad sísmica.
La fisura, estimada inicialmente en 1,4 kilómetros, se extendió a 3,9 kilómetros en 40 minutos, según la Oficina Meteorológica de Islandia.
La mayoría de los 4.000 habitantes del pueblo pesquero de Grindavik ya habían sido evacuados el pasado noviembre, y sólo unos pocos permanecen allí durante la noche debido a las frecuentes erupciones.
A pesar de la actividad volcánica, los vuelos hacia y desde Islandia funcionan con normalidad, según Isavia, el proveedor nacional de servicios aeroportuarios.
La península de Reykjanes ha experimentado múltiples erupciones desde 2021 tras permanecer inactiva durante ocho siglos.
Esta es la sexta erupción desde diciembre de 2023, lo que ha llevado a los vulcanólogos a advertir de una nueva era de actividad sísmica en la región.
Islandia se asienta sobre la dorsal Mesoatlántica, lo que la hace propensa a la actividad volcánica debido a la separación de la placa tectónica.