La llegada de una nueva mascota ya sea un gato o un perro, requiere un entorno seguro y acogedor.
Retira los objetos pequeños o peligrosos que el animal pueda tragarse, sobre todo si es un cachorro.
Utiliza verjas para bloquear el acceso a zonas peligrosas, como escaleras, e instala mosquiteras en ventanas y balcones, esenciales para evitar que los gatos se caigan o se escapen.
Proporciona comederos y bebederos, así como camas o casitas para que la mascota tenga su propio espacio.
Ofrece juguetes seguros y estimulantes, según la especie y la edad del animal.
Para los perros, utiliza alfombrillas higiénicas al principio del adiestramiento.
Para los gatos, es bueno tener una bandeja sanitaria con arena sin perfumar y rascadores en distintos lugares de la casa para que puedan afilarse las uñas sin dañar los muebles.
Los accesorios que fomentan el consumo de agua, como las fuentes, son importantes para los gatos, que tienden a beber menos agua.