Antes del discurso de Milei Milei, la canciller Diana Mondino remarcó el clima de negocios favorable que se habría inaugurado en el país desde la llegada de los libertarios al poder. Por momentos sonaron hasta suplicantes de inversiones, como si su rol fuera ofrecer a la Argentina en una feria de remates.
Mondino, quizás la más deslucida del elenco, incurrió en un paso de comedia cuando quiso invitar a los inversores extranjeros preocupados por el cambio climático a invertir en el país. "No discutamos si hay o no cambio climático. Para aquellos que creen y que piensan que hay que reducir carbono, la opción más fácil, más barata y más inteligente es invertir en la Argentina", fue su intríngulis, "porque nuestras pasturas fijan carbono, nitrógenos, son más baratas y eficientes que una forestación". La cancillería viene de ser intervenida por Karina Milei, quien designó a la abogada conservadora Úrsula Basset como jefa de gabinete de hecho, para impulsar la posición argentina antiprogresista y a contramano de los planes que viene pregonando la ONU, inclusive la agenda 2030 contra el calentamiento global.
Crédito: ASCOA.