La acción, que tuvo lugar el sábado 3 de agosto, buscó proporcionar un alivio inmediato a quienes enfrentan dificultades extremas y carecen de recursos básicos. Los equipos de la Policía Metropolitana y los voluntarios de la Fundación Solidarios de Corazón distribuyeron comidas nutritivas y calientes, contribuyendo a mejorar las condiciones de vida de los beneficiarios en estas comunidades.