Más de 90 personas han sido detenidas a causa de las manifestaciones violentas promovidas por la extrema derecha en diferentes ciudades británicas, tras el asesinato de tres niñas a manos de un joven de 17 años procedente de Ruanda.
En Hull, Liverpool, Bristol, Manchester, Stoke-on-Trent, Blackpool y Belfast, los manifestantes han atacado directamente a los agentes de policía con botellas de cerveza, piedras y sillas, llegando a herir a varios de ellos. Además, han saqueado varios establecimientos comerciales, quemado contenedores e incendiado una biblioteca en el barrio de Walton, Liverpool.