La charca instalada hace dos años con la intención de crear un ecosistema natural trajo consigo el ruido provocado por las ranas. Estos anfibios comienzan a croar a primera hora de la tarde y no paran en toda la noche, lo que provocó las quejas de los vecinos. Ahora estos pequeños animales tiene un nuevo hogar: la cola del embalse de Canales, en la misma localidad. La idea del ayuntamiento es reintroducirlas en un ecosistema donde puedan reproducirse, siendo respetuosos con las ranas y contando con la ayuda de expertos en la materia.
