Estaba cantado que prohibirían los toros en Colombia. Y que Gustavo Petro lideraría el triunfo de la guerra de lustros de las asociaciones animalistas.
Lo celebró en la plaza de la Santamaría, con un discurso en el que atacó a los españoles, declaró que los taurinos colombianos son oligarcas herederos de los esclavistas que conquistaron estas tierras y que quien disfruta una faena también lo hará con la muerte de personas. Sin olvidar desgranar su idea de que las razas de perros y toros son inventos humanos.