Mazazo judicial para España.
La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional echó por tierra las investigaciones ulteriores del juez García Castellón relativa a Tsunami Democrático.
Carlos Alsina, desde 'Más de Uno' (Onda Cero), lanzó una reflexión más que acertada al comprobar que en esta ocasión no ha salido nadie del Gobierno Sánchez o del ámbito independentista a ciscarse en esta decisión:
Esta vez nadie se ha puesto a sexar jueces. Esta vez no se ha escuchado a ningún ministro, ni a ningún juez ministro, opinar sobre el criterio aplicado por un órgano judicial. Y no se ha escuchado -ni se escuchará- a un solo dirigente independentista alabando el escrúpulo garantista de un tribunal español que ha llevado a que se archive el caso del Tsunami Democrático.
Porque esto forma parte de la matraca indepe de siempre: cuando el juez -español- resuelve en contra de sus intereses, Estado represor, jueces que hacen política, lawfare, ¡la toga nostra! ¡Ah, pero cuando un tribunal resuelve en su favor, entonces es que no le ha quedado más remedio que reconocer que ellos tenían razón!
El comunicador ve finalizada la causa:
La causa judicial del Tsunami Democrático que estaba en manos del juez García-Castellón ha sido archivada por el juez García-Castellón después de que el órgano superior le enmendara la plana y anulara todo lo investigado en los últimos meses, es decir, los indicios en los que basó la imputación de terrorismo a los encausados, único resquicio para que no quedaran amnistiados. Sin indicios y sin terrorismo la causa se acabó, tanto en la Audiencia Nacional y en el Tribunal Supremo.
Los jueces que componen una cosa llamada sección tercera de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional -para entendernos, la instancia que está por encima de los jueces que hacen las instrucciones y ante la que pueden ser recurridas las decisiones de éstos- corrigieron ayer al juez García Castellón. El plazo para rematar la investigación terminaba el 29 de julio de 2021; para seguir investigando tenía que decretar una prórroga; y lo hizo, pero debía haberlo hecho ese día 29 y lo hizo el 30, con el añadido de que la firma, en realidad, la estampó el 2 de agosto. Dirá usted: no va de un día, en lugar del 29, el 30. Pues sí, ya lo creo que va.
Resalta la sagacidad de los abogados de la parte defensora para detectar la falla judicial que les permitió recurrir las investigaciones:
Precisamente por haber ido de un día entiende el órgano superior que la prórroga no fue válida y que todo lo investigado desde entonces, julio de 2021, hay que anularlo. Como si nunca hubiera existido. Premio a los abogados que detectaron la fisura, hicieron lo que tenían que hacer, que era recurrir la prórroga, y consiguen ahora que el tribunal tumbe la parte más delicada para sus clientes, que es la que que afecta a la imputación de terrorismo.