La Policía Nacional desarticuló una compleja red criminal encabezada por el alemán conocido como Patrick Schmitz, alias "Patrick", en una lujosa mansión en Santa Marta. Equipada con altares y artefactos relacionados con fuerzas oscuras, la residencia servía como centro de operaciones para el tráfico de drogas hacia Norteamérica y otras actividades ilícitas.