Alfonso Rojo: “Sánchez, Begoña, Azagra, PSOE, el Plan de Degeneración y los periodistas cómplices”

2024-07-02 943

Durante su penúltimo ‘masaje’, administrado esta vez por la señorona de la Cadena SER, esa que agarró maternal de la manita a un lloroso Pablo Iglesias cuando Rocío Monasterio lo corrió a gorrazos por el estudio, el socialista Sánchez aprovechó para detallar el ‘Plan de Degeneración de la Democracia’, que presentará en el Congreso de los Diputados este 17 de julio de 2024.
He utilizado la ‘D’ y no la ‘R’ porque el objetivo del marido de Begoña no es regenerar nada, sino perseguir, estigmatizar y censurar a los periodistas no adictos al régimen.
Tiene coña y debería hacer saltar todas las alarmas en la Unión Europea que un político se arrogue la potestad de organizar, depurar, acotar y controlar la actividad de los medios de comunicación.
Pero que se atribuya esa misión un tipo que tiene en los juzgados a su esposa, a su hermano y a su partido, por corrupción, es de aurora boreal.
El amo del PSOE pretende a golpe de Boletín Oficial del Estado amordazar a los pocos medios críticos que quedamos en España, meternos el miedo en el cuerpo y asfixiarnos económicamente.
No busca Sánchez proteger el honor o la intimidad de la gente. Lo que quiere es que sea ilegal desvelar los turbios apaños de Begoña, las corruptelas de su hermano músico, los chanchullos de la banda de Koldo, los puteríos del Tito Berni y los multimillonarios pelotazos de Zapatero, José Bono, Pepiño Blanco y resto de la recua de maleantes.
He planteado el tema a dirigentes de PP y VOX, subrayando que nosotros, como periodistas, somos simples portadores del derecho que tiene la ciudadanía a estar informada y las respuestas han sido casi siempre melifluas y van desde el ‘no se atreverá’ al ‘la prensa se le echará encima’.
Sobre la ingenuidad que entraña el ‘no se atreverá’, no voy a elaborar porque hemos sufrido lo suficiente a Sánchez para saber que se atreverá a eso y a cosas mucho más obscenas si le conviene.
Y sobre la ‘airada reacción de los periodistas’, quiero subrayar que buena parte de esta profesión tan divertida como desventurada aplaudirá con las orejas cualquier arbitrariedad que imponga el Gobierno Frankenstein.
Si me produjo una mezcla de estupor e hilaridad ver a Pedrojota riendo en el Bellas Artes, a la vera de Begoña, las torpes gracias que soltaba Jorge Javier Vázquez en la presentación del libro de Sánchez, imaginen lo que sentí al ver el nombre de Iñaki Gabilondo encabezando la lista de los firmantes del manifiesto a favor de la censura y el asalto al Poder Judicial.
Y si esos dos carneros sagrados el Periodismo, ricos y famosos, se postran tan fácilmente ante el poderoso, imaginen las indignidades que están dispuestos a a sumir los numerosos miembros del rebaño que abreva en La Moncloa.
Para su ‘Plan de Degeneración de la Democracia’, Sánchez cuenta con la colaboración explícita de políticos como Rufián, Otegi, Iglesias o Yolanda Díaz y con la aquiescencia de la chusma de periodistas apesebrados, entre los que los de El País, LaSexta y RTVE son sólo una parte, porque