La colección inaugural de Nicolas Di Felice para Jean Paul Gaultier, presentada en París, es una historia de autodescubrimiento ambientada en la ciudad que forjó la revolución y la alta costura. Recrea los primeros pasos de un extranjero en la Gran Ciudad.
A través de una geometría retorcida, la colección explora el potencial imaginario de la realidad. Siluetas desentrañadas desnudan arquetipos de alta costura hasta los huesos. El diseñador rinde homenaje a la Casa que Jean-Paul Gaultier construyó. Una alabanza a la precisión, al trabajo manual y a la habilidad detrás del ornamento.
Di Felice se centra en las raíces humanistas de la Casa Gaultier e invita al público a entrar. En la colección del diseñador invitado no faltan los corsés, seña de identidad de la casa, con corchetes, drapeados de gasa y vestidos lenceros. Predominan los tonos negro, beige y blanco en una colección en la que el diseñador belga ha sabido aportar su energía a los códigos de Gaultier. Una reinterpretación de la Casa que no ha dejado indiferente a nadie.