Uno se quejó de las pérdidas de empleos y de las empresas a punto de desaparecer. El otro se burló de los que "ahora dicen que es un problema esta suba del dólar". El primero, Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, habló de un "panorama ensombrecido" por políticas que "le han asestado un duro y contundente golpe" al sector. El segundo, Luis Caputo, ministro de Economía, dijo estar "muy satisfecho con lo que hemos logrado hasta ahora" y prometió que "al final de nuestro mandato nosotros vamos a haber reducido el 90 por ciento de los impuestos que hay en la Argentina".
Ya con Caputo arriba del escenario, Weiss trazó un duro diagnóstico de la situación del sector, recordando la pérdida de más de 100 mil puestos de trabajo "y tantos otros de manera indirecta", la existencia de miles de obras paralizadas en todo el país y que hay "empresas en riesgo de desaparecer por falta de pago de trabajos ejecutados el año pasado, además de la discontinuidad de las obras".
Weiss hizo un reconocimiento a los resultados logrados por el gobierno en materia de baja de la inflación, la recuperación de reservas del Banco Central y de "la aparición de líneas de créditos hipotecarios". "Pero aun coincidiendo en la necesidad de controlar el gasto público, el ahorro fiscal y la búsqueda del superávit, tenemos claro que la infraestructura pública no es un gasto, es una inversión, no es parte del problema, es parte de la solución", subrayó.
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