También conocidos como techos vivos, son sistemas de vegetación instalados sobre la superficie de edificios y casas. Estos sistemas embellecen las ciudades, rompiendo con el gris monótono del asfalto, pero, sobre todo, ofrecen numerosos beneficios prácticos y ecológicos. Estas cubiertas, según explican desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) funcionan como esponjas naturales, absorbiendo el agua de lluvia y ralentizando su escurrimiento hacia los desagües pluviales, reduciendo así el riesgo de inundaciones.
LT