Alfonso Rojo: “Zurra de Alvise al periodista panoli de El País y la corrupción singular de Sánchez”

2024-06-18 4,969

Toca hoy hablar de la nueva tropelía que el socialista Sánchez alista en Cataluña, pero no me resisto a disertar en voz alta, antes, sobre la tremenda zurra que Alvise ha sacudido a un periodista panoli de El País, a quien Pepa Bueno, su sectaria directora, encargó montarle una emboscada.
He revisado la entrevista, con la meticulosidad con que el entomólogo analiza las entrañas del mosquito anopheles, y les aseguro que, durante los 75 minutos, no hay un instante en que el inventor de ‘Se Acabó la Fiesta’ no deje a Miguel González en evidencia, en ridículo o patas arriba.
Conociendo a Gonzalez, que lleva en este oficio cuatro décadas, cuesta entender que acudiera al encuentro tan mal preparado y pareciera tan torpe.
Debió suponer, como les suele pasar a los ‘progres’, que Alvise es un gili derechista, fácil de arrinconar y se topó con un miura que lo corneó una y otra vez, restregándole por la cara su nerviosismo, las noticias fake de El País, las condenas en tribunales por mentir o insultar que ha sufrido el Grupo PRISA y la tremenda deuda que arrastan, que supera ya los 800 millones de euros y explica en parte su servil sumisión a los dictados de La Moncloa.
Si quieren pasar un buen rato, entren en Periodista Digital y pinchen en la noticia “¿Quién es el periodista de 'El País' que intentó emboscar de forma bochornosa a Alvise Pérez?”.
Se van a partir la caja de risa, porque Alvise -de entrada- exigió que hubiera una cámara suya en la sala.
González, con esa prepotencia cegadora que alimentan a menudo quienes prosperan a la sombra del poder, aceptó con la condición de que no filmaran su cara.
El espectáculo, donde queda en evidencia lo palurda, patética y doctrinaria que es la forma de hacer Periodismo que tiene El País, merece la pena.
Como merece reflexionar sobre la última claudicación de Sánchez ante los separatistas de ERC, a los que ofrece, además de condonar la enorme deuda que tiene Cataluña con el Estado, una Agenda Tributaria propia.
Al igual que compró con la amnistía los votos de los siete diputados de Puigdemont, para seguir durmiendo en La Moncloa, ahora pretende adquirir los de Junqueras, con dinero de todos los españoles, para que le dejen meter a Illa en la Generalitat y él, su amada Begoña y el hermano músico continúen chupando del frasco.
A la tara constitucional que supone mantener paraísos fiscales en País Vasco y Navarra, se añadirá otra en Cataluña, que convierte a manchegos, andaluces, gallegos, castellanos, valencianos, aragoneses o murcianos, en ciudadanos de segunda.
Andan algún director de periódico y numerosos tertulianos repitiendo que semejante atrocidad no es posible, porque sería inconstitucional.
Hay que muy blandito, ignorante o majadero para no darse cuenta que el que algo sea malo, perjudicial o delictivo no impide que ocurra. Y a nuestra experiencia política reciente me remito.
Esto no va de financiación sino de corrupción; la abradacabrante, extensiva y singular de Pedro Sánchez y el PSOE.