Pedro Sánchez está tentándose la ropa.
Sabe que Cataluña es una cuestión que le puede complicar su presencia en La Moncloa y por ello intenta hacer equilibrios para no enemistarse ni con los del partido de Carles Puigdemont, pero tampoco con los de ERC.
Y es que, por un lado, tal y como contó Vicente Vallés en su informativo en Antena 3 Noticias, el presidente del Gobierno pretende hacer valer el derecho de Salvador Illa de ser jefe del Ejecutivo catalán como ganador de las elecciones.
Pero también sabe que Juntos por Cataluña, en el caso de que el prófugo se quede fuera del Gobierno autonómico, puede activar el botón de unas elecciones anticipadas.
El periodista de Atresmedia recordó que llevamos un inicio de legislatura de lo más pintoresco porque, en realidad, casi no ha arrancado en la práctica:
Después de perder las elecciones europeas, el presidente del Gobierno trata de consolidar su mandato, ahora que no está claro si los socios que votaron a favor de su investidura van a ser fieles a Pedro Sánchez durante la legislatura.
De hecho, no se puede considerar que la legislatura haya arrancado del todo, a pesar de que ya dura casi un año. Lo único relevante que han hecho juntos todos los socios ha sido investir a Sánchez y aprobar a cambio la ley de amnistía.
Vallés describe la estrategia que tiene Sánchez para intentar llevar a su redil a ERC y que apruebe a Illa como presidente de la Generalitat catalana:
En estos días, Pedro Sánchez coquetea con Esquerra, arrullos, insinuaciones, tratando de convencer a sus dirigentes y a sus militantes de lo bien que serán tratados financieramente por el Gobierno si hacen presidente de la Generalitat al socialista Salvador Illa. Financiación singular lo llaman, según expresión eufemística creada en los despachos de Moncloa.
Sánchez está hoy en Bruselas, donde se negocia en estas horas el reparto de poder en las distintas instituciones de la Unión. El presidente prefiere hoy guardar silencio, dando tiempo a Esquerra para que haga la digestión de unas declaraciones de ayer en el diario catalán 'La Vanguardia', en las que Sánchez se deshacía en halagos y lisonjas hacia Esquerra, en el intento de convencer a ese partido independentista de lo beneficioso que será para Cataluña elegir a un presidente socialista.
Y destapa cuál es la peor pesadilla a la que se puede enfrentar Pedro Sánchez en el caso de que hubiese una repetición electoral en Cataluña:
Si no hubiera acuerdo para investir a Illa y se repitieran las elecciones catalanas, Sánchez podría encontrarse con un largo periodo de inestabilidad porque sus socios independentistas estarían en campaña electoral permanente hasta bien entrado el otoño y después nadie sabe lo que pasará. Para entonces Sánchez tendrá que presentar un proyecto de presupuestos generales del Estado. Y negociar eso con Esquerra y con Junts puede ser una pesadilla. Tanta pesadilla que este año Sánchez ha optado directamente por renunciar a presentar Presupuestos en una decisió
