La costa malagueña, una de las zonas preferidas por los jóvenes británicos y centroeuropeos como destino de ocio, es también uno de los enclaves donde más se ha extendido el consumo del conocido como 'gas de la risa', la droga inhalada que se ha hecho popular entre los más jóvenes por su apariencia inocente y la facilidad con que se consigue en el mercado. Pero 'colocarse' con el óxido nitroso tiene consecuencias y muchas veces resulta mortal.
El balance de víctimas del año 2021 resultó a estos efectos especialmente dramático. Aquel verano un sueco de 26 años perdió la vida tras lanzarse a la piscina después de haber inhalado óxido nitroso. Se encontraba celebrando una despedida de soltero en una villa de lujo en Marbella y, aunque en un principio se pensó que se había ahogado o incluso que se había roto el cuello al caer al agua, la autopsia reveló posteriormente que la muerte del chico se debió a las complicaciones que había sufrido al inhalar gas de la risa.