Un estilo de vida saludable es la mejor medicina para contrarrestar el deterioro cognitivo o la demencia precoz, según una nueva investigación.
El Dr. Dean Ornish, investigador principal, descubrió que el 71% de los pacientes que comían sano y hacían ejercicio con regularidad experimentaban mejoras en sus síntomas de demencia.
Mientras tanto, el 68% de los pacientes de un grupo de control que no adoptó hábitos de vida saludables experimentó un empeoramiento de los síntomas.
Los cambios en el estilo de vida saludable que puso en práctica el grupo de estudio son muy sencillos y fáciles de seguir.
Incluían una dieta basada en plantas, 30 minutos de ejercicio diario, técnicas para controlar el estrés, como la meditación, y grupos de apoyo para los pacientes.
«En cambio, los cambios intensivos del estilo de vida aplicados en este estudio han demostrado aquí que mejoran la cognición y la función, a una fracción del coste, y los únicos efectos secundarios son positivos», afirmó el Dr. Dean Ornish, investigador principal y presidente del Instituto de Investigación de Medicina Preventiva, una organización sin ánimo de lucro.