Se trata de la casa “Sopita de Letras”, que además funciona como comedor para niños carenciados. Todo lo hacen a pulmón. Hoy aloja a 9 adultos mayores, con patologías como cáncer, demencia, alzheimer, entre otros. Los cuales reciben todos los cuidados de parte de Gloria. “Lo primordial es que tenemos a alguien que nos quiere”, dijo Silvia, residente del lugar.