Cuando le llegó el turno de responder sobre el tema a Francos, ya como nuevo jefe de ministros, optó por una diplomacia que parece ajena a este Gobierno.
“Se había generado un embudo en la gestión, la jefatura debería ser más de coordinación que de concentrar competencias. Milei cree que hay que coordinar la gestión con la política”, aseguró sin darle mucho lugar a las conspiraciones. En otras palabras, se trataría de agilizar el funcionamiento del Gobierno, trabado hasta ahora por la concentración de decisiones en Posse.
Cuando le preguntaron sobre cuándo echarían a todos los funcionarios que colocó el examigo del Presidente, también recurrió a tirarla afuera: “No me gusta la palabra echar.” Y cuando más específicamente tuvo que responder sobre las acusaciones de espionaje interno la mandó a la tribuna: “No me guío por versiones”.