Pasar al menos dos horas diarias al aire libre reduce significativamente el riesgo de desarrollar miopía en los niños.
La miopía se produce cuando el globo ocular se estira y crece demasiado, lo que hace que los objetos lejanos se vean borrosos.
En Estados Unidos, el 42% de la población es miope, mientras que en los años setenta esta afección solo perjudicaba al 25%.
Estudios realizados en Australia y Taiwán han demostrado que pasar más tiempo al aire libre está relacionado con un menor índice de miopía.
Esta relación se cumple incluso cuando hay un aumento del tiempo frente a las pantallas.
Los profesionales recomiendan que los niños pasen al menos dos horas al día al aire libre.
Para proteger la vista de los niños se recomienda fomentar las actividades al aire libre, independientemente del tiempo que haga o de su edad.
