El sistema inmunológico continúa siendo un campo inagotable de investigación. Una de las principales áreas de interés consiste en averiguar cómo se desarrolla la inmensa diversidad de dicho sistema. Otra se centra en el análisis de la relación entre enfermedades clínicas específicas y una inmunorregulación defectuosa. Se están dedicando grandes esfuerzos para descubrir las formas de manipular la respuesta inmunológica, no sólo para tratar las inmunodeficiencias, sino también para mejorar los resultados obtenidos con los trasplantes clínicos y en el tratamiento del cáncer. A principios de la década de 1980, la identificación de la molécula receptora mediante la cual los linfocitos T reconocen los antígenos, y el clonaje del gen del receptor de la interleuquina-2, han sido logros importantes. Las investigaciones realizadas sobre el sistema inmune alcanzaron mayor relevancia al concederse el premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1980 a los científicos B. Benacerraf, J. Dausset y G. Snell. En 1996, se concedió el premio Nobel de Fisiología y Medicina al australiano Peter C. Doherty y al suizo Rolf M. Zinkernagel por el descubrimiento de cómo funcionan las células del sistema inmunológico, al reconocer un virus que ataca al organismo.