Noelia Labrandero y la salud mental en los más pequeños: "No puede haber un orientador para tantísimos niños"

2024-04-02 150

En MAGISTERIO nos hemos propuesto explorar la relación entre educación y salud mental en nuestro nuevo espacio de podcasts Cómo está el patio.

Noelia Labrandero es psicóloga y fundadora de la clínica Evermine Psicología.

Labrandero nos explica que "es más difícil ser niño hoy, porque se enfrentan a muchas más variables que antes". Entre otras cosas, apunta que están "sobreestimulados". "Cuando yo era pequeña, me hicieron elegir un deporte. Ahora van a natación, a fútbol, a pintura, a música... Salen del cole a las cinco y hasta las nueve no llegan, porque hay un montón de extraescolares", asegura.

Esto responde a una proyección de los padres hacia sus hijos: "muchos dicen que lo que ellos no pudieron hacer de pequeños, que lo haga su hijo ahora". Y, también, al miedo: "de no estar haciéndolo bien, de querer que su hijo disfrute de su infancia...".

La especialista recuerda que "el niño tiene que ser niño, aburrirse, frustrarse, enfrentarse a una tarde de no hacer nada". Por ello, aconseja a los padres "pensar desde dónde les plantean estas extraescolares". Además de esta estimulación excesiva, Labrandero pone el foco en uno de los grandes problemas de la juventud del siglo XXI: "no saben frustrarse".

Como psicóloga, la creadora de Evermine comenta que trabaja con muchos niños con trastorno de conducta alimentaria, y expone que los padres "lo último que ven es que sus hijos puedan tener un problema así, y tienden a minimizarlo o a no darle la importancia que tiene". "Las primeras señales de alarma se tienen que ver en casa, y más vale ser alarmista, que la vea un profesional, antes que pasar o por miedo", valora.

Dichos problemas con la comida, señala, se deben a "una exposición muy temprana a redes sociales", lo que califica como "un completo desastre".

En este sentido, Labrandero llama la atención en torno a la adicción. "Pensamos en un adulto, cuando el 60% ó 70% son adolescentes, personitas cuyo cerebro todavía se está formando, y les tenemos totalmente enganchados a una pantalla", declara. Las implicaciones de esta adicción son múltiples: "no ya a título de personalidad, de que se aíslan, sino a nivel neuronal, de memoria, de atención… serán niños con déficits atencionales», afirma.

Labrandero insiste en «que todo parta de casa». «Si desde pequeños le ponemos nombre a lo que sienten, será mucho más fácil cuando sean adolescentes«, valora. Y es que el panorama actual muestra que los niños «emocionalmente van a ser mucho más inestables y a vivir con mucha más intensidad sus emociones», expresa.

Para ello, además del papel de los padres, Labrandero no se olvida de las escuelas. La psicóloga manifiesta lo «maravilloso» que sería «implantar algún tipo de asignatura de gestión emocional». «Hay que invertir mucho más en salud mental, no puede haber un orientador para tantos niños«, apunta Labrandero.