Estas rimas llenas de humor cuentan cómo una abuela le muestra a su nieta no sólo cómo poner el altar y la ofrenda típicos del Día de Muertos, sino cómo los difuntos aprovechan para darse un agasajo y visitar a los que dejaron en este mundo. Además, este libro ofrece un juego: adivinar qué palabras fueron reemplazadas por los dibujos que aparecen en su lugar.