Casi 90 millones de estadounidenses están bajo aviso de calor y sufren temperaturas de tres dígitos. El calor extremo puede ser muy peligroso para la salud física de su cuerpo, causando deshidratación, pero también puede afectar a su salud mental. Un estudio de la Universidad de Boston descubrió que "las temperaturas más altas se asociaron con un mayor riesgo de visitas a urgencias por problemas de salud mental".