El anuncio de Putin sobre la colocación de armas nucleares en territorio bielorruso, que hace que la guerra entre en otra dimensión, ha provocado muchas reacciones. Sin embargo, el presidente ruso lo naturaliza: "No es nada extraordinario. Estados Unidos lleva décadas posicionando su armamento nuclear en países aliados", asegura.
Para China, esta es una línea roja porque, en una guerra nuclear, "no hay vencedores". Lo advertía hace tan solo 5 días Xi Jinping en su visita oficial a Moscú. La Unión Europea habla de "otra escalada del conflicto" y advierte de nuevas sanciones. Lo ve como "presión del Kremlin para dejar de armar a Ucrania". "No es una noticia tranquilizante", confesaba Josep Borrell, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad
Kiev afirma que Bielorrusia es un "rehén del Kremlin" y ve este movimiento como una "provocación más" de Putin. Por eso, ha pedido una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU. Estados Unidos no cree que Moscú prepare un ataque nuclear.
Es la primera vez desde la caída de la URSS que Rusia tiene armamento fuera de sus fronteras. Lo justifica como respuesta a la intención de Reino Unido de suministrar armamento con uranio empobrecido al Ejército ucraniano.