La estación de tren de Przemysl, en Polonia, se llenó el domingo de refugiados que seguían huyendo del conflicto en Ucrania. "Nos llevamos los gatos, su comida y parte de nuestra ropa, y eso es todo. Lo hemos perdido todo en nuestra casa", dijo Ksenia, una profesora de química de 28 años de Odesa