Una subasta de arte precolombino realizada en París alcanzó poco más de un millón de euros. El evento enfrentó a los gobiernos mexicano y francés debido a que las autoridades de México habían pedido que se frenara la venta por considerar que la mayoría de las piezas pertenecen a su patrimonio cultural. La casa Millon, sin embargo, se negó a paralizar la venta