Una cueva cerca de la localidad de Creswell, Inglaterra, ha sido bautizada como "la entrada al infierno" debido a que en su interior se encontraron numerosos símbolos cristrianos del siglo XVI, los cuales, según los expertos, buscaban retener a entes malignos en el interior de la caverna.
El periódico The Guardian aseguró que la la experta en símbolos protectores de la Universidad de Leicester, Alison Fearn, señala que las letras son una protección ante algo que se encontraba en la cueva, y cumplía la función de mantener hadas o brujas alejadas de la cueva, o evitar que salieran de ella.
Las marcas fueron encontradas por los exploradores Hayley Clark y Ed Waters, quienes señalan que la ubicación de ellas es muy extraña, pues se utilizaban comúnmente para proteger iglesias y casas de la desgracia.
No se había visto que se utilizaran en formaciones naturales como esta.