Familiares devastados por el dolor proporcionaron ayer muestras de ADN para ayudar a identificar a las víctimas del avión de Lion Air que se estrelló en Indonesia con 189 personas a bordo. Al mismo tiempo, pasajeros de un vuelo anterior de la aeronave siniestrada relataron problemas, como un rápido descenso que atemorizó a los que iban a bordo.
Los rescatistas rastrearon el lugar donde se estrelló el avión, en el mar, al noreste de Yakarta, y enviaron 26 bolsas con cadáveres a expertos en identificación forense, mientras la aerolínea trasladó a decenas de familiares en duelo a la capital del país.
El Boeing 737 MAX 8, con apenas dos meses de antigüedad, se estrelló la mañana del lunes en el mar de Java 13 minutos después de despegar de Yakarta, en dirección a una isla cerca de Sumatra. El piloto pidió permiso para regresar al aeropuerto sólo dos o tres minutos después de partir, lo que indica que había un problema aunque la causa se desconoce por el momento.
El gobierno de Indonesia ordenó que todos los aparatos de la misma serie sean sometidos a revisión.