El que se ventilara la fiesta que tuvieron algunos seleccionados previo a su viaje a Dinamarca, última parada antes de llegar a Rusia para disputar el Mundial, pegó en el ánimo de los jugadores, o al menos eso era lo que reflejaba el rostro de la mayoría de los elementos del Tri en su salida del hotel de concentración rumbo a la práctica el martes.