Mandatarios y delegaciones de varios países del mundo rendirán hoy a la noche en La Habana un homenaje póstumo a Fidel Castro. Pero la muerte del controvertido líder de la revolución, el viernes pasado, puso en una delicada situación a varios gobernantes que prefirieron enviar enviar a representantes de segunda línea. Quien sí dijo presente es el presidente venezolano, Nicolás Maduro, que llegó ayer por la noche aeropuerto Internacional José Martí de La Habana. "Queremos trasmitir nuestro saludo de solidaridad de acompañamiento a todo el pueblo de Cuba en estos días de despedida a la fuerza inmortal del comandante Fidel Castro", dijo Maduro, al llegar a la isla. "Dos gigantes infinitos, padre e hijo, de dos revoluciones hermanas la cubana (...) y la venezolana", agregó el mandatario de Venezuela, aliado clave de la isla durante más de tres lustros, heredero político del fallecido Hugo Chávez, quien consideraba a Castro como un padre y mentor. A la capital cubana, también llegó hoy a la madrugada el presidente de Bolivia, Evo Morales. Ayer, antes de partir de la ciudad de Cochabamba, sostuvo: "Decidimos viajar a Cuba, acompañar al pueblo cubano, al gobierno, no solamente por la pérdida de Fidel, sino Fidel, Raúl, el pueblo cubano dio tanta ayuda incondicional al pueblo boliviano". Además, otros presidentes de izquierda de América latina como Rafael Correa de Ecuador, Daniel Ortega de Nicaragua y Salvador Sánchez de El Salvador, que se han referido a Castro como un ejemplo para el mundo, son esperados para un acto masivo por la noche. Dirá presente también el mexicano Enrique Peña Nieto. También llegaron a La Habana el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras y el vicepresidente de la República Popular China, Li Yuanchao. Pero la ceremonia contará con grandes ausencias. Ni el presidente ruso, Vladimir Putin, ni el norteamericano Barack Obama participarán de las exequias. Tampoco viajarán el presidente francés, François Hollande, ni la primera ministra de Gran Bretaña, Theresa May. Otra de las figuras ausentes será el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, a quien La Habana abrió sus puertas para ser sede de las negociaciones de paz con la guerrilla de las FARC. En representación de Santos irá la canciller colombiana, María Ángela Holguín. La Argentina, por su parte, será representada por la canciller Susana Malcora. El embajador argentino en Cuba, Ernesto Pfirter, justificó la ausencia del presidente, Mauricio Macri, al alegar que los mandatarios que participaban de la ceremonia son aquellos que tenían una relación personal con Castro. Luto El gobierno de la isla decretó nueve días de duelo en homenaje al líder, incluyendo la ceremonia de inhumación de sus cenizas el domingo en el cementerio de Santa Ifigenia, de la oriental ciudad de Santiago de Cuba, donde comenzó la histórica revolución que acabó derrocando al dictador Fulgencio Batista. El presidente Raúl Castro y otros miembros de su gobierno honraron al ex mandatario en una ceremonia privada el lunes, en la cual firmaron el libro que los compromete a seguir su legado socialista. La televisión estatal dijo que el acto tuvo lugar en una sala del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, donde descansaban las cenizas del comandante, quien habría sido cremado el sábado en la mañana. Sus cenizas serán llevadas desde el miércoles y hasta el sábado a Santiago de Cuba, siguiendo un itinerario que rememora "La Caravana de la Libertad", el trayecto que hizo Fidel Castro con otros revolucionarios en enero de 1959. Las autoridades cubanas anunciaron que hoy fueron suspendidas las clases y los diferentes centros laborales "facilitarán la participación de sus trabajadores" en los tributos al líder, a quienes sus enemigos políticos consideran un dictador.