A sus ocho años de edad, el pequeño Young Kaleem no puede llevar a cabo tareas básicas como abrocharse la camisa, atarse los cordones o llevarse la comida a la boca mediante un tenedor. ¿La razón? Padece una extraña y desconocida enfermedad que ha provocado que sus manos crezcan hasta medir más de 30 centímetros y pesar 12 kilos cada una.