Aunque ambos aseguraron a los medios de comunicación que iban a tratar de preservar su amistad tras la sonada ruptura que protagonizaron en 2010 -poco antes de que Shakira confirmara su romance con Gerard Piqué-, la estrella del pop y su ex pareja se han convertido de la noche a la mañana en enemigos con un pleito en los juzgados, un conflicto que al hijo del ex presidente argentino Fernando de la Rúa le habría gustado resolver de una forma más amigable.
Por ello, Antonio no ha dudado en sincerarse sobre la decepción que siente ante la nula voluntad de diálogo de Shakira, quien con su intransigencia habría evitado que ambos intentaran llegar juntos a una solución extrajudicial en vez de recurrir a una mediática confrontación en los tribunales.
"En su momento fue muy doloroso descubrir que no había espíritu de dialogar nada. En principio me imaginé que ella y yo nos sentaríamos juntos a hablar y con la intención de llegar a un acuerdo satisfactorio para ambos, como habría sido normal tras una relación sentimental de 12 años. Pero no ha sido así, y ahora a mí me toca luchar por mis derechos", reconoció el empresario a la revista argentina Noticias, a la que también aseguró que el reciente revés judicial que sufrió en Ginebra cuando trató de congelar las cuentas de Shakira es sólo una pequeña parte de una batalla legal que piensa ganar.
"En Ginebra no se iba a resolver nada de todas maneras, [el recurso] sólo fue una petición de urgencia para reivindicar mis propósitos. El verdadero juicio se celebra en Los Ángeles", apuntó quien exige a la cantante unos 100 millones de dólares de la fortuna que esta generó durante su relación profesional y sentimental, en la que Antonio ejercía no sólo como novio sino también como representante de la colombiana.
Pese a la ardua pelea que ambos mantienen en el terreno judicial, Antonio no quiere que la cordialidad que la ex pareja siempre había mantenido en el ámbito personal se vea excesivamente afectada por las disputas financieras, por lo que el empresario argentino niega rotundamente que su decisión de llevar a Shakira a los tribunales responda a la venganza de un corazón roto. Para demostrar su buena disposición, el ex novio de la vocalista no duda en desear a Shakira y a Gerard Piqué -con quien la colombiana tuvo a su hijo Milan- que disfruten de la misma felicidad que inunda actualmente la vida del argentino, quien ha logrado cerrar definitivamente el capítulo que vivió con la intérprete gracias a su mujer y a su hija.
"A Shakira la veo muy feliz y eso me pone contento. Yo estoy en el momento más feliz de mi vida, con la mujer que amo y con mi preciosa hija. Creo que los dos [Shakira y yo] atravesamos etapas parecidas en nuestra vida, y por eso yo espero que los dos seamos igual de felices", aseguró.