El cohete ruso Protón-M, estalla en una bola de fuego, transportaba tres satélites de navegación GLONASS el cual se estrelló segundos después de haber despegado del cosmódromo de Baikonur en Kazajstán.
Inmediatamente después del despegue, el cohete se desvió hacia un lado, trató de corregirse a sí misma, pero se desvió en la dirección opuesta. Luego voló horizontalmente y comenzó a deshacerse de sus motores en pleno empuje.
Haciendo un gran arco en el aire, el cohete cayó a la Tierra y explotó al impactar cerca de otra rampa de lanzamiento utilizado para lanzamientos comerciales de protones.
El accidente fue transmitido en vivo en todo el país y los temores de una posible fuga de combustible tóxico surgió tras el incidente. Si bien no hay tal fuga, el cohete fue inicialmente llevaba más de 600 toneladas de propelentes tóxicos.
Informa no ha habido heridos a las estructuras de los alrededores y la ciudad de Baikonur no se vio afectada.
