Macabro hallazgo. Los cuerpos de los niños Yamilet Heredia Calderón y José Luis Rosales Arroyo, Chepe, de cuatro y seis años de edad, respectivamente, fueron encontrados ayer en un ducto de agua abandonado que desemboca en la presa de Cointizio, al Norte de la ciudad de Morelia.
Los infantes fueron reportados por sus familiares como desaparecidos ante la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE) hace menos de un mes, el pasado 11 y 26 de mayo. Ambos niños vivían en la Tenencia Morelos, de Morelia y eran vecinos y compañeros de juegos.
Ayer se informó del fenómeno que se registraba en ese pueblo donde en menos de un mes los vecinos aseguran que desaparecieron al menos cuatro menores de edad. Como medida de presión, los lugareños se organizaron y protagonizaron protestas hasta lograr que el Gobierno del Estado se comprometiera en establecer un operativo especial.
Después de las acciones de búsqueda, ni la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) o la PGJE han presentado a presuntos responsables.
El titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán, Elías Álvarez Hernández, quien se ha negado a dar entrevista, confirmó el hallazgo.